Monte Euzkadi: En el fin del mundo...
Palmira Oyanguren M.
Hace más de 40 años que existe en Chile un monte con el nombre de Euzkadi.
En medio de la cordillera que encierra a la capital se cierne este gran hito con más de 3.600 metros de altura. Su historia la relata, a continuación, uno de los andinistas que una vez, con más corazón que alma, escaló su inmaculada cumbre.
En un céntrico apartamento de Santiago, Agapito Palacios, permitió que se inmiscuyeran en sus recuerdos. Poco a poco fue desenmarañando un sinnúmero de imágenes que hoy, a sus 86 años, se atropellan desordenadas en su mente para desplegarlas, de la mejor manera posible, frente a una impertinente grabadora.
En Chile, durante 1956, un grupo de intrépidos jóvenes vascos quisieron rendirle un homenaje al Lehendakari que visitaba por aquellos años nuestro país: José Antonio Aguirre. Es así como motivados por su amor a la montaña y a su tierra, decidieron alcanzar la cumbre de un cerro virgen cercano a la capital.
“Subimos un poco antes de la segunda visita a Chile de Aguirre. Y al llegar a la cumbre pusimos una placa recordatoria de mármol, junto a Uriarte, Loyola y Alberdi”.
Esta conquista no estuvo exenta de anécdotas.
“La verdad es que tuvimos algunos problemas. En esa época se nos prohibió darle el nombre de Euzkadi, entonces lo cambiamos por el de Sasia, en honor a un joven vasco que murió en la cordillera. Finalmente, gracias a un amigo que yo tenía en el Instituto Geográfico Militar, el que también era andinista, logramos dar una estocada y llamarlo como lo habíamos planeado en un principio”.
Palacios, de familia originaria de la Rioja Alavesa, vivió la mayor parte de su juventud en Donostia. Fue aquí donde aprendió el oficio de sastre y donde fue afianzando su imberbe relación con el andinismo. Como tantos otros se vio enfrentado a la crueldad de una guerra. Buscando una salida se embarcó rumbo a Chile donde compartió las tijeras y el hilo con su gran amor: la cordillera. Llegó a ser Director Técnico de la Federación de Andinismo de Chile, la que fue fundada el 20 de mayo de 1942, y luego Director Técnico del Cuerpo de Socorro Andino, el que nace en el seno de la Federación a los pocos años de ser creada.
“Cuando llegué a este país comencé sólo en esto y poco a poco me fui vinculando con gente que tenía mis mismos intereses. Así fui escalando puestos dentro de las agrupaciones que existían por aquel entonces”.
Como confiesa su propia mujer, la montaña fue su segunda esposa y se dedicó a ella con la misma pasión.
“Ella me dio muchas satisfacciones, sobre todo en la posibilidad de ayudar al prójimo. Durante el tiempo en el que participé en el Cuerpo de Socorro tuve la posibilidad de realizar cientos de rescates de cuerpos y personas. Como no existían los adelantos técnicos de hoy se subía mucho más y las dificultades eran mayores”.
Su amigo y compañero
Agapito hizo grandes amigos en este país. Uno de ellos fue su compañero en esta aventura, Polen Uriarte, recientemente fallecido a los 84 años de edad. Polentzi, natural de Bermeo, llegó a Chile en 1939 en compañía de sus hermanos Endika y Gregorio, todos marinos, quienes fueron acogidos por Eusko Gastedija. Entre las actividades que organizó se destaca las trasmisiones por radio El Pacífico (entre 1940 y 1950) que se hacían semanalmente con comentarios sobre temas relativos a los vascos. Su participación en la Eusko Etxea de Santiago es memorable. Además de ser unos de los fundadores del grupo de baile y coro, durante muchos años fue secretario de la casa vasca donde tuvo la capacidad de transmitir el amor por su tierra a toda una generación.
Ambos también son parte importantísima de la historia del memorable grupo Kaiku, formado por socios y amigos quienes en sus ratos de ocio partían a los cerros cercanos a Santiago. Lo cierto es que más que deportistas eran sibaritas. Salían de expedición muy bien equipados con carpa, colizas de paja, chorizo, tortillas de patatas, jamón, entre otros.
“No caminaban más de diez metros, el único que me acompañaba en mis andanzas, en ciertas ocasiones, era Polen”.
El mejor andinista de Chile
Su larga trayectoria con más de 20 años en el andinismo nacional y más de 48 cumbres a su haber, además de los rescates, tuvo su recompensa. Durante 1981 la Federación nombró a Agapito Palacios como el mejor deportista, al poco tiempo de subir la cumbre más alta del país con 60 años: el Aconcagua. Cabe recordar que este último es denominado también como el “Techo de América”, ya que es el más alto de la Cordillera de los Andes y del continente. Su cima se eleva hasta los 6.959 metros sobre el nivel del mar y es la meta de los escaladores de todas partes del mundo. Su ascensión hasta la cumbre es un reto difícil y requiere de una muy buena preparación y planeamiento.
Luego del Golpe Militar del 73, Agapito decidió dejar su cargo directivo dentro del andinismo nacional y se volcó por completo al atletismo. Ya mayor, logró en esta rama del deporte varios logros y medallas en los 10 mil, 5 mil, 1.500 y 800 metros planos. Sus logros los obtuvo dentro de Chile, en innumerables maratones, y en el extranjero - Rusia, Sudáfrica, Inglaterra, Finlandia, entre otros-. En cada una de estas oportunidades, Palacios, si bien corría por Chile, vestía la camiseta de Euzkadi. Sólo hace unos 6 meses tuvo que dejar de practicarlo luego de un infarto cerebral.
“Todavía estaría corriendo si no hubiese pasado lo que pasó. Hoy sólo puedo salir a caminar cerca de casa, porque el cuerpo y la vista ya no me acompañan”.
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